domingo, 2 de septiembre de 2018

1 y 2 de Septiembre. De Ho Chi Minh a Bankgok y fin del viaje.

A primera hora, tras desayunar, he  pasado por el Mercado de Ben Tahn, junto a mi hotel, pero sólo he comprado algo de café vietnamita, uno normal y otro de los que cargan las ginetas, con el sencillo filtro que utilizan para hacerlo. Este mercado es para turistas y quizás no es el mejor sitio para el que le gustan las compras. Por supuesto es necesario regatear en lo que a souvenirs se refiere.



Por cierto, hay muchas casas de cambio, pero como en Hanoi, las buenas no están identificadas para los turistas. La mejor, recomendada por los locales, es Ha Tam, está justo al lado de este mercado y hay una cola enorme para cambiar, pero dan el mejor cambio. En estos países no compensa sacar dinero en el cajero ya que cobran una comisión exagerada y el cambio que les da la gana. Si es aconsejable pagar con tarjeta, prácticamente en todos sitios la admiten, pero mejor traer euros y cambiarlos.


No me resistían a no ver el templo del Emperador de Jade y antes de irme al aeropuerto le he pedido al taxista que me lleve allí. Está en el distrito 3, yo creía no haber salido hasta ahora del 1. El aérea metropolitana de la ciudad cuenta con más de diez millones de habitantes y hay 12 distritos, digamos urbanos, y 19 del extrarradio Cada uno tiene unos 15 barrios.

Es importante para los que viajan a Ho Chi Minh utilizar los taxis de la empresa Vinasun, que por otra parte son los más numerosos. Son blancos y llevan el nombre de la compañía en la puerta. La otra compañía que puedes usar en Mahlin, verdes. El resto, tienen taxímetro rápido para turistas. No cogerlos.


Resulta que ayer finalmente, sin saberlo, había llegado a este templo, incluso me asomé, pero al no parecer que aquello era el templo taoista más importante de la ciudad, seguí andando pensando que me había confundido. Ahora puedo ver el nombre en vietnamita en la puerta. Este es el nombre que hay que preguntar o buscar en Maps.Chua Phuoc Hai.



Es normal porque no llama la atención por fuera. Tampoco por dentro es gran cosa, pero si tiene un olor magnífico a incienso, porque todos los fieles que van allí encienden un buen manojo de ellos para rezar.




No hay muchos turistas, sólo fieles que ofrecen ofrendas que incluso preparan allí mismo o que están orando. Por dentro es casi como una casa grande, con pequeñas capillas y salas donde los feligreses parecen colaborar. 



Al aeropuerto, incluyendo la parada de unos 20 minutos en el templo, me ha costado menos de 10 euros. El aeropuerto está junto a la ciudad, a una media hora del centro. Hay tráfico para llegar pero en ningún caso atascos. 


Cuando voy a embarcar, empieza a llover. No lo había hecho desde que llegué a Saigón, así que he tenido suerte en general con el tiempo.


El vuelo a Bangkok dura exactamente una hora y 15 minutos y te deja en el Aeropuerto de Dong Mueang, que utilizan generalmente las Low Cost y en particular Air Asia, la compañía que suelo utilizar en Asia. Tiene la ventaja de que pasar el control de pasaportes es muy rápido.

El taxi hasta mi hotel en Bangkok cuesta 8 euros, incluyendo los 50 bath que se añaden por la tasa del aeropuerto. Puedes elegir ir por la autopista y entonces debes pagar 3 euros de los peajers. Es recomendable hacerlo.

Al llegar a Bangkok, de nuevo te sumerges en los continuos atascos. Hay que calcular siempre al menos una hora para ir a cualquiera de los dos aeropuertos, más que nada por las retenciones hasta la salida o entrada de la ciudad.



El número de rascacielos parece que crezca cada vez que llegas, es sin lugar a dudas una de las ciudades del mundo que cuenta con más de ellos y sigue creciendo porque se ven muchos en construcción. El área metropolitana de la ciudad supera los 17 millones de habitantes.

Estoy agotado, solo me doy un paseo por la zona de Sukhumvit, donde como siempre puedes pasear a través de sus calles. Unas llenas de garitos donde puedes estar observando a la gente mientras te ofrecen todo tipo de servicios por la calle sin ningún tipo de pudor. Estas fotos son los dos puntos más calientes de la ciudad, Nana Plaza y Soi Cowboy. A menos de un kilómetro de distancia una zona de la otra. La otra foto es Shukumvit, la avenida que las une y da nombre a esta área de Bangkok. 




Me voy a dormir pronto y cuando me levanto, por primera vez sin despertador desde que empecé el viaje, duermo 10 horas seguidas. Realmente necesitaba hacerlo.

La idea es aprovechar mi último día de vacaciones para no hacer nada, solo descansar y pasear, en todo caso ir a algún centro comercial y poco más. El viaje ya acabó ayer. Así que todo lo que hago es visitar con el skytren algún centro comercial, donde se está más fresco y ver el partido del Valencia en un Sports Bar que me lo ponen en la pantalla gigante. 






Mañana día 3 a las 9,30 de la mañana sale mi avión para España, vía Qatar y estaré toda la jornada entre aviones y aeropuertos. Tendré que madrugar mucho, a ver si así puedo dormir en el avión.



sábado, 1 de septiembre de 2018

31 de Agosto. Ho Chi Minh City. La guerra de Vietnam y mucho más.

Esta foto, que casi todo el mundo ha visto, es la más impresionante del Museo de la Guerra de Vietnam. Esto que se ve, es la foto de la fotografía que está colgada en una de sus salas.


Saigón, que aunque no sea el nombre oficial, es el que más utilizan los propios habitantes de la ciudad, no tiene muchos monumentos que visitar. Tiene otras muchas cosas, pero nada especialmente emblemático o icónico.

Aún así hay algunas cosas interesantes que ver. He empezado por el Palacio de la Reunificacion, que fue la sede del Gobierno tras finalizar la guerra. En sus salas se firmaron algunos documentos importantes, aunque el edificio que era del siglo XIX, fue borbardeado y rehecho, por lo que ahora arquitectónicamente no destaca de forma especial. Son más bonitos los jardines en los los dos primeros tanques comunista están colocados en el sitio desde el que dispararon cuando liberaron el entonces palacio y la ciudad.



Muy cerca, todo en el Distrito 1 de la ciudad, está la Catedral de Notre Dame. Obviamente la construyeron los franceses en la época colonial. Esta en obras de rehabilitación en este momento y solo se puede entrar dos veces a la semana cuando celebran la misa. Esta fotografía es por la tarde, porque por algún motivo no puedo subir la de esta mañana con más luz.


Justo enfrente está el edificio de Correos, que es de la época colonial francesa también y uno de los edificios más visitados de la ciudad, supongo que porque está justo enfrente de la catedral.



El Museo de la Guerra es lo más interesante. Realmente es una galería de fotografías y concretamente de las atrocidades que se cometieron. En este caso sólo hablan de las del lado americano. Supongo que los del Viet Cong no eran unos angelitos. En cualquier caso denuncia la utilización de armas químicas y otras que según indican, los americanos experimentaron aquí. En particular muestran una seria de aterradoras fotografías de los efectos del denominado agente naranja, una sustancia que hizo que nacieron más de medio millón de personas con malformaciones congénitas. Según Cruz Roja en total fueron más de un millón de afectados  Si he visto por la calle algunos casos. La inmensa mayoría de las fotos fueron tomadas por periodistas occidentales.

Hay unas cuantas armas como éstas en el interior, pero poca cosa en lo que a objetos se refiere. Las fotos, todas en blanco y negro por supuesto, no las he fotografiado, salvo la que he puesto al inicio.


Luego fuera, si hay unos cuantos aviones y helicopteros, además de tanques M41Y M48, además de otras armas de gran tamaño. Estas fotos las pongo para Arturo que se que le gustarán.



Luego he comido una baguette típica de la ciudad, nada del otro mundo, pero es algo que hay que probar si vienes a esta ciudad.

Por la tarde he empezado a andar por las calles. En principio buscando el Templo del Emperador de Jade, que finalmente no he encontrado, pese a seguir las instrucciones de Google Maps. El problema parece radicar en los nombres en inglés y vietnamita de algunos sitios. De hecho si preguntas a un local con el nombre en inglés no tienen ni idea, ni leyéndolos.

En todo caso me ha permitido ver otros barrios y ver la vida cotidiana de sus habitantes.No hay demasiados parques en esta parte de la ciudad y los que hay no son muy grandes. Pese al calor y la humedad es muy interesante patear esta ciudad.


En todo caso, sin salir del Distrito 1, de los 13 que creo que tiene la ciudad, he andado hoy más de 20 kilometros buscando templos, que no debe de haber muchos. He visto 2 ó 3 iglesias católicas y una templo hindú, pero ningún templo Budista o Taoista que en principio es la religión más extendería aqui.

Sobre las 16,30 parece que empieza la hora punta. En este momento las aceras siguen siendo la parte más segura para andar por la ciudad, más que nada porque pasan menos motos que por la calzada. Además si te vienen por detrás te pitan, por lo que con no salirte de tu trayectoria, tienen bastantes posibilidades de salir indemne.


También me ha permitido ver otros barrios, unos más populares y otros más moderos. Pese a las motos es una ciudad para andar y tiene la emoción constante de cruzar sus calles. Yo ya me he acostumbrado y hasta me gusta. Es emocionante y divertido.




Cuando he llegado a esta zona, he visto algunos hoteles de lujo y en éste además está el Hard Rock Cafe.  En general las calles están muy cuidadas y limpias y algunas son muy elegantes y tienen edificios coloniales.




Por fin  he visto un templo, ya al final de la tarde. Es hinduista, pero los que están dentro son vietnamitas. Yo por lo que he visto, Vietnam es el país menos religioso de todos los de Asia, al menos entre los que he visitado hasta ahora que son casi todos. No he visto un solo monje en la ciudad y prácticamente en el pais. Si que he leído que algunos practican el Hinduismo, pero se puede ver en la foto que es un templo de andar por casa, incluso se pueden ver motos aparcadas dentro, a la izquierda.



Haciendo tiempo para la cena he paseado de nuevo por el mercado nocturno que puntualmente montan a las 7 de la tarde. Cierran el paso a vehiculos, pero no a motos. Parece como si las motos aquí fueran una extensión de las personas porque hacen lo que quieren y a nadie le molesta.


He entrado al Street food Market que tengo muy cerca de mi hotel, pero es para turistas más que nada y finalmente he cenado en otro sitio, un pizzeria muy moderna y que me ha llamado la atención. Había que esperar para que te dieran mesa y todos los clientes eran extranjeros, en este caso sobre todo occidentales.


Tras cenar y con el fin de no irme con la barriga llena a la cama,  he ido sin rumbo determinado por una calle más. He visto luz al fondo y me he dirigido para allá. Me ha sorprendido ver este edificio tan bonito que no sé que es. Justo enfrente estaban ensayando un centenar de jóvenes, lo que por la estatua que había en el centro, parece un homenaje a Ho Chi Minh, omnipresente en todas partes y líder del Viet Cong.





Por último ya volviendo al hotel he podido tomar un último vídeo de un vendedor ambulante de comida. Llevo mucho tiempo viéndolos y lo más curioso es que llevan grabado el anuncio de su producto que no deja de sonar, tanto si está pedaleando de un sitio a otro o está parado atendiendo a algún cliente como este este caso. Las tradiciones no parece que se pierdan.




viernes, 31 de agosto de 2018

30 de Agosto. Ho Chi Minh City, la antigua Saigón y la nueva HCMC

Lo primero que me llama la atención es la ubicación del aeropuerto de Danang. Se encuentra en la misma ciudad, apenas 100 metros lo separan de la última calle. El taxi desde mi hotel, en la otra punta de la ciudad me ha costado 4 euros.

Este aeropuerto da servicio a Hoi An y Danang, y aunque yo solo he pasado por la terminal Nacional no hay tanta tráfico aereo. En esta terminal casi todos los vuelos son para Ho Chi Minh y Hanoi, que si es cierto que tienen muchas frecuencias.

El avión debería haber salido a las 9,35, pero lo hace con casi una hora de retraso y el vuelo dura una hora y cuarto. En la aproximación ya puedes ver desde el avión el espectacular río Saigón que cruza la ciudad.



A la llegada a HCMC, que es la abreviatura de Ho Chi Minh City, cojo un taxi en el aeropuerto. Aqui también van con taxímetro y el aeropuerto está practicamente pegado a la ciudad. Mi hotel está en el mimo centro y pagó 5 euros por el taxi, incluyendo de nuevo generosa propina.

Como ya es la una de la tarde, ya es difícil hacer planes para el dia, así que me doy un garbeo por la ciudad. Estoy justo enfrente del mercado más famoso de la ciudad, el Ben Than, pero eso lo dejo para el último día antes de irme al aeropuerto.


Me dedico a observar la impresionante actividad de la ciudad, que es frenetica y te contagia . Sigue siendo la ciudad con más motos del mundo, pero como en Hanoi, ahora se han unido los coches también, aunque de momento he visto una circulación bastante fluida.

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Me he dirigido hasta la Bitexco Tower, donde se encuentra en el piso 49 la Saigón Skydesk. Aquí puedes ver toda la ciudad desde unos 180 metros de altura. Es el segundo edificio más alto de Vietnam. La entrada hasta la terraza panorámica cuesta algo menos de 8 euros.


La planta 49 es un mirador circular. Desde allí puedes ver el el edificio más alto de Vietnam, el Landmark, algo más alto que las Torres Petronas según me comenta una chica de las que trabajan alli, pero realmente no lo es, mide 345 metros y las Petronas tienen 452, aunque igual luego le ponen una antena y lo supera. Nunca se sabe. 
Lo inauguraron el mes pasado, pero de momento no existe una planta para observar la ciudad, ya que son apartamentos de lujo y los últimos 40 pisos un hotel.





Las vistas del río Saigón son preciosas. También se puede ver el viejo Saigón y los nuevos barrios residenciales al fondo.




En la planta 51 hay una cafeteria. Tenía música en directo y me he tomado una caipirinha que estaba muy bien hecha. Lástima que me tenía que ir para una cena que había contratado, porque se estaba genial alli.


Ahora están construyendo el metro de la ciudad, lo que aliviará sin duda el tráfico, aunque no se si la gente dejará sus motos en casa. Mientras tanto paseo por este barrio que tiene una vida increible, donde se mezcla lo más auténtico con lo mejores centros comerciales. Aquí si tienen todas las marcas. Desde Zara a Channel.




Ya casi a las 7 de la tarde, llego al hotel. En ese momento veo que el tráfico es denso, pero sólo es que están montando el mercado nocturno y los puestos llegan en dirección contraria cargados por bicicletas y motos. Es un caos pero nadie se queja. De todas formas son rápidos en montarlo.



Después he tenido al brillante idea de cenar en un barco por el rio. Realmente no vale la pena, pero al menos me ha servido para tomar unas fotos del skyline nocturno y del edificio Lanmark cuyas luces van cambiando de color






Tras la cena me he ido a ver uno de los barrios más divertidos de la ciudad. Recuerda bastante a Bangkok, aunque no lo llega a alcanzar. Es la calle Bui Vien, esta a 12 minutos andando del mi hotel y me lo ha recomendado la chica de la agencia de al lado a la que le he contratado lo del barco. Con Google Maps no tiene pérdida pese a los cortes de calles por las obras del metro.


El ruido en la calle es como si estuvieras dentro de una discoteca. Al parecer acaban tarde por lo que imagino que no debe vivir nadie por aqui, en todo caso los que trabajen en los bares.



Es una calle donde puedes cenar, tomar una copa o solo sentarte a ver pasar gente. Casi todos, o todos,  son turistas y en esta ciudad ya se ven muchísimos occidentales, aunque siguen siendo mayoría los coreanos, 


Mañana, como siempre me levantaré pronto, así que a las 11 ya estoy de nuevo en mi hotel. Desde la habitación oigo el ruido del mercado nocturno y es que lo tengo a 20 metros de mi habitacion, pero realmente es que lo están desmontando ya y creo que antes de las 12 ya habrán acabado, aunque lo cierto es que desde aquí también se oye música de algún garito cercano y es que por aquí hay también mucha marcha y ambiente.

Francamente genial esta ciudad. Cuando la visité con una agencia hace 9 años no me enseñaron estas cosas. Entonces me gusto, ahora me encanta. Mañana veremos cosas más serias.