jueves, 16 de agosto de 2018

14 de agosto. yangón. Tren circular

El tren circular no es una atracción en si, es el equivalente del metro en la ciudad, aunque sólo sirve esta linea que los concenta a todos con la Estacion central.

Ese era el plan principal de hoy, pero antes era importante conseguir el billete de tren para mañana. No es tan sencillo como podría parecer, porque los ferrocalis birmanos, aunque tienen una página web muy basica, que no permite reservas, en otras otras cosas porque no lo tienen mecanizado.


Efectivamente los billetes aún se rellenan a mano y utilizan plantillas con fotocopias de papel donde marcan con una x los asientos vendidos. Por eso no se pueden comprar billetes anticipados en las taquillas de la estación. En el caso de Yangón, la estación más importante del pais, hay otro acceso para compra anticipada de uno a tres días de antelación, de esta forma pueden llevar a la estación las plantillas y el día de salida en las taquillas de la estación pueden vender los asientos que están libres. Todo un ingenio!!!. El acceso a la venta anticipada está en la calle de atrás, a unos 30 metros del puente de Sula Road. No intentes buscar el cartel porque está tapado por los coches y la entrada no parece la de unas oficinas de venta de billetes precisamente.




En su descargo puedo decir que son super atentos y aunque he tenido que cambiar de ventanilla de billetes de primera clase y pagar los 2.400 Kyats que equivale a 1,5 euros, por un trayecto que me llevará unas cuatro horas y media. La clase ordinaria, que así se llama, vale aproximadamente 50 céntimos. Me han dicho a que andén debo dirigirme mañana, el 1 ó 2 y también al que debo ir ahora para comprar el billete del tren circular, que se compran en el mismo andén número 6.


Lo cierto es que la primera vez que entré en esta estación hace ocho años, era de noche y parecía un lugar siniestro, pero ahora de día está muy bien y como son ya las 9,30 no hay demasiada gente.


Ha sido rápido y tras ello he dado la vuelta a la estación para entrar por su acceso principal. Hay que ir por la última puerta de final para acceder a los andenes por un  puente interior. Toda la señaletica está en birmano con sus extraños simbolos, por lo que hay que ir con la lección aprendida, aunque  puedes preguntar y ellos intentan ayudarte.


El precio del billete del tren circular es de 200 kyats, menos de 13 centimos. También muy atento el que me lo vende, me enseña un cartel indicando que el próximo que debo coger es a las 10,05 y me indica que el me avisará, cosa que hace 5 minutos antes indicándome por cual de los dos andenes debo subir al tren.


Sale puntual. No hay mucha gente y me siento en uno de sus bancos laterales junto a las ventanillas. Va muy lento, las vías y la máquina no dan para más y además las paradas están muy cerca unas de otras.


En principio el tren no parecía lo que esperaba. Se ven algunas barriadas y bastante basura en las vías. Hasta ese momento lo más interesante era la mujer que tenía sentada al lado y que luego pasó a enfrente y que no dejó de comer en todo el trayecto, porque desde el minuto uno no paran de pasar vendedores de comida, bebida, té, tabaco, vetel, frutas... Los vendedores entran en una estación y bajan en la siguiente, por lo que la variedad está asegurada.



Por otra parte, y como hoy ha salido el sol y no llueve, se ven las coladas puestas a secar por los vecinos que viven junto a las vías  y no precisamente colgadas, sino estiradas sobre la hierba.


No ha sido hasta mitad camino, que hemos llegado a una estación que parecía más un mercado, con puesto incluso encima de vias, que supongo que no estaban activas. Estaba llena de gente y al parar, ha empezado a subir un montón de gente con grandes bolsas llenas de verduras. Lo hacían a toda velocidad, porque las paradas no duran más de 20 segundos. Metían las bolsas por las ventanillas y luego entraban ellos.





Luego, algunas mujeres se dedicaban a preparar manojos de las hierbas y verduras, posiblemente preparándolo para la venta en la ciudad. Al parecer aquello era un pequeno mercado de abastos. Lo que lo hacía sentada junto a mi ha caído dormida. Posiblemente habrán madrugado mucho esta mañana  y debe ser un trabajo agotador.


El trayecto total ha durado 2 horas y 50 minutos. No ha sido nada extraordinario como viaje, pero si ha sido muy interesante y te permite conocer mucho mejor como vive esta gente. Pobre, pero no miserable. Hay muy poca gente pidiendo por las calles. Bastante menos que en nuestro país.


He vuelto a callejear, buscando el antiguo Mercado de Bogyoke. Cuando estaba llegando ha comenzado a llover y he entrado rápidamente por el primer acceso que he encontrado y resulta que he entrado en el edificio de enfrente que es una Centro Comercial super moderno, es el Nuevo Bogyoke. Aire acondicionado y restaurantes, hasta un KFC!! , aunque al final he aprovechado para comer en un restaurante de comida rápida local allí mismo.



Después he continuado pateando sus calle y he vuelto a pié a mi hotel a descansar un rato. Mañana tengo que madrugar porque mi tren para Kyaitko sale a las 7,15 de la mañana y tengo que recomponer mi mochila y planear los próximos días porque aún no lo tengo del todo decidido, todo dependerá de lo que me encuentre por ahi. Hace menos de un mes hubo inundaciones en Bago, a mitad camino de donde voy, y entonces cerraron carreteras y trenes.





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