domingo, 26 de agosto de 2018

26 de Agosto. Ninh Binh.

Ayer me acosté muy pronto porque el sol casi me mata. Hoy también he madrugado porque el aire acondicionado de mi habitación ha reventado y me han cambiado de habitación a las 6,30 de la mañana, así que ya no me he vuelto a acostar logicamente.

Tras el desayuno he salido a tomar un café vietnamita. Junto al hotel lo preparan fantásticamente. Ya lo probé ayer también. También parece ser la calle de las flores, aunque no tengo muy claro su destino. 



Aunque estoy casi bien, no lo estoy al 100% y prefiero no hacer grandes excursiones hoy. Me voy a limitar a ver la ciudad de momento. Tengo mi habitación hasta las 18,00, pagando un extra, porque mi tren sale a las 21,47 esta noche para Danang.

Voy al centro de la ciudad. En esta parte los extranjeros son raros de ver. Normalmente van a hoteles cercanos a Tam Coc, pero yo creo que es mucho mejor tener la base en la ciudad porque hay que coger transporte estés donde estés y en la ciudad tienes más posibilidades para cenar, tomar algo o lo que sea. Sólo los niños que al parecer están estudiando inglés llaman tu atencion diciendo Hello o preguntando por tu nombre.





Como siempre voy al mercado de la ciudad. Hoy es domingo pero hay mucha gente. No hace un calor bestial, pero pese a que hay nubes y no se ve el sol, hay 29 grados y un 83% de humedad, por lo que conviene andar despacio.

La calle tiene muchos puestos y dentro está algo oscuro. Hay bastante tráfico de motos.


Aprovecho para el ir al barbero en una calle paralela. Ha sido un afeitado curioso. Me ha cobrado casi 2 euros, precio de guiri, pero no pasa nada. Tras pasar la maquinilla eléctrica por la barba, me ha afeitado el resto de la cara. Incluyendo nariz y frente. Es la primera vez en mi vida. Obviamente no ha utilizado espuma, con el calor que hacía allí dentro era más que suficiente para que la cuchilla resbalara suavemente.

Sigo buscando un sitio con aire acondicionado para descansar. Es una ardua tarea intentar encontrar un local climatizado en Vietnam, al menos por aquí por el Norte. Al final encuentro uno con una máquina portátil que ponen frente a mi. Como siempre la gente es encantador en este


Hay calles interesantes, también avenidas relativamente modernas, pero destaca la combinación de colores en los bloque de viviendas. Estos son muy habituales en Vietnam y son realmente llamativos.



Los carteles luminosos con Led son algo habitual para cualquier tipo de comercio. Son muy llamativos y aunque parecen bares o cafeterías pueden ser cualquier cosa.


En casi todas las calles, pero sobre todo en las más estrechas, la gente suele poner la bandera del país en la puerta, y hay calles donde hay decenas de ellas.

A partir del mediodia, de nuevo el sol ha brillado y calentado con fuerza y me te tomado las cosas aún con más calma, buscando sitios frescos y locales climatizados donde tomar algo y comer un poco.

Sobre las 8 de la tarde me he ido hasta la estación. Taxi con aire acondicionado 0,80 euros. Allí no había aún nadie y tampoco una sala donde estar fresco, así que he buscado un restaurante cercano para cenar y hacer tiempo.

Como siempre, el tren ha sido muy puntual. Esta vez estaba en mi camarote con una pareja alemana y una chica vietnamita que ya dormía cuando entre, porque todos venían desde Hanoi. Como ya tenían las luces apagadas me he quedado tumbado en mi cama. 

Aunque parece increíble con el traqueteo y el ruido del tren, te llegas a dormir.



1 comentario:

  1. Tomatelo con calma, no te pases de esfuerzo a ver si al final del viaje te da una "pajara".

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