domingo, 19 de agosto de 2018

19 de Agosto. Llegada a Vietnam. Hanoi

Me he levantado relativamente temprano para intentar aprovechar algo de la mañana, porque antes de las 12,00 debo coger el taxi para el aeropuerto.

Después de desayunar y despedirme con un abrazo de mis nuevos amigos de viaje, he ido a patear de nuevo. Esta vez quería tomar algunas fotos de camino al centro, que ayer por la noche no pude por falta de luz.





He comprado tabaco. Aquí los precios son muy baratos. Marlboro el más caro, cuesta 1,5 euros, pero Camel o Lucky tan sólo 60 céntimos. He comprado un cartón por si acaso no encuentro Marlboro en Vietnam porque en estos países nunca se sabe.



El taxi hasta el aeropuerto, sin aire acondicionado, me ha costado 6 euros con generosa propina. El aeropuerto de Yangón es nuevo. Por lo que se están construyendo otro, que en teoría se inauguraba este año, entre la capital y Bago. No parece razonable. Este aeropuerto aún está sobredimensionado para su escaso tráfico. Desde luego, desde que estuve yo si han hecho una remodelacion extraordinaria.




El aeropuerto, que si cuenta con Burger King y KFC, a estas horas, sobre la 1 del mediodia, está casi desierto. Las tiendas y restaurantes vacios y quedan grandes zonas del aeropuerto aún por utilizar, por lo que no entiendo lo de un nuevo aeropuerto. Lo que sigue siendo increíble es que no está informatizado. 

Mi vuelo de Vietjet, compañía low cost de Vietnam, que tiene su propia App que funciona muy bien, aquí tiene que facturar a mano, con lista de pasajeros en papel y rellenando con bolígrafo las tarjetas de embarque.


Mi avión sale con 20 minutos de adelanto, lo que casi cubre la media hora de diferencia horaria que hay entre ambos paises. En Vietnam son 5 horas más que en España.

El aeropuerto de Hanoi también se ha renovado. Ahora las zonas de inmigración son muy modernas. Si no recuerdo mal yo estuve aquí en 2009.

Se nota rápidamente que este país está mucho más avanzado que Birmania, al menos en infraestructuras. Una buena autopista hasta la ciudad y un gran puente colgante que atraviesa el rio. Yo recuerdo hace 9 años haber cruzado un puente de hierro de la época francesa para acceder a la ciudad. Creo que ya no existe.

Afortunadamente contraté el taxi en el aeropuerto, 25 dolares cuando compre la tarjeta SIM, Y digo afortunadamente, porque olvidé el móvil en el taxi y gracias al recibo, desde la recepción del hotel han llamado y me lo han traído en pocos minutos. Menos mal.... Ya lo olvidé en el un taxi en Kinpun, esa vez fue el taxista quien se dió cuenta y volvió a devolvermelo. Que majo...

Después de dejar trastos en el hotel, ya había oscurecido. He salido a dar una vuelta siguiendo las instrucciones que me ha dado la super atenta recepcionista. He pasado por el mercado nocturno, que empezaban a montarlo a esas horas, sobre las 19,30. Es muy grande, quizás mañana lo recorreré más detenidamente.



En la zona antigua, the old quarter, donde está mi hotel, hay un montón de gente y muchísimos extranjeros. El español se oye por todas partes, somos una plaga en este país. Creo que debemos ser, con diferencia, el país que más visita Vietnam. Lo curioso es que ocurre lo mismo con Birmania. Debe ser que nos llaman los países más auténticos .




La recepcionista ya me había recomendado ir al lago mañana, porque hoy domingo estaría lleno de gente local. Me he acercado y así era. Será mi destino mañana para cenar.



He dado vueltas por el barrio. He intentado cenar donde hacen los mejores noodles de la ciudad, junto al hotel. Es una garito con cuatro mesitas de plástico tamaño niño, como es habitual aqui. Como no había sitio me he tomado una cerveza enfrente, y cuando he visto una mesa libre me he ido para allá,  pero ya habían cerrado la cocina. Serían como las 10 de la noche.

Como la cerveza no estaba todo lo fría que este intenso calor de la ciudad precisa, me la han servido con hielo. Mucho hielo. Debes tomarla enseguida porque de otra forma se derretiria en menos de un minuto.


Al final he cenado en una restaurante con aire acondicionado. Les he pedido una recomendación y me han servido unas pechugas de pollo al estilo del pais. No estaban del todo mal, aunque nada del otro mundo. Seguro que los noodles en el infecto restaurante de la esquina sería mucho mejor. Eso si, el vino tinto de la casa es de Valencia!!!! . Aunque hace mucho calor y lo tenían muy caliente. No lo he probado.



Tras otra cervecita para soportar el calor, me he ido a mi hotel. Muy majo, aunque el aire acondicionado está al límite de su capacidad operativa. Tengo una terraza para mi sólo y no me atrevo a salir del calor, y es que las mínimas aquí no bajan de 26 grados y la humedad alcanza el 95%. No obstante al final me decído y no es para tanto, se puede estar un ratito fuera viendo la calle ya sin gente.



De lo que no cabe duda es que Vietnam es muy diferente a Birmania, aquí, además de acumular crecimientos del PIB muy importantes en los últimos años, son mucho más espabilados y saben sacarle mucho más partido al turismo.



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