domingo, 5 de agosto de 2018

5 de Agosto. Hacia el Noreste: Hsipaw


No me he levantado tan pronto como cabía esperar, así que como a las 13,00 horas debía estar en la estacion de autobuses, he dejado para mi vuelta a Mandalay lo que tenía previsto para esta mañana. Me he dado una vuelta por el barrio del mercado, pero como hoy es Domingo  un día mas. Así que me he vuelto para el hotel para acabar el post de ayer y colgar fotos, que no me está resultando nada fácil con la nueva versión no actualizada de Blogger, al menos desde el teléfono o la tablet.

En un taxi, que me ha costado casi 4 euros porque era un Mercedes con aire acondiconado, he ido desde el hotel a la estación de autobuses, supongo que una de ellas porque en Asia suelen tener una en cada punto cardinal, entiendo que para no tener que cruzar la ciudad.

La estación, como se puede ver, es vieja y algo polvorienta. Tiene algunos puestos de refrescos pero no tienen cerveza. Al fondo he encontrado un restaurante que si la tenía y que me han dejado un palmito porque el calor dentro era insoportable, por lo que no he durado ni 5 minutos dentro y me he ido hacia el autobús que al parecer era el único sitio fresquito. Y tan fesquito!!! Es importante en los trenes y autobuses con aire acondicionado en toda Asia, llevar contigo algo de abrigo. Obviamente yo iba con Bermudas y he tenido que taparme con todo lo que tenía.

Hsipaw se encuentra al Noreste de Mandalay y se accede por la única carretera que va al norte del país. Está a 210 kilómetros pero se necesitan 6 horas para llegar debido al mal estado de la carretera y sobre todo al intenso tráfico de camiones, pese a ser Domingo No es mejor en tren que tarda 10 horas, también por el pobre estado de las vias, pero eso lo comprobaré el martes.

Te das cuenta de lo necesario de tener buenas comunicaciones para que pueda desarrollarse un país tan pobre como éste. Las están mejorando y arreglando, ahora con maquinaria pesada, porque en 2010 tan sólo utilizaban mano de obra y herramientas básicas. Todavía quedan años para que esta región alcance un nivel de desarrollo aceptable.

Eso si, el paisaje es espectacular. Enormes bosques tropicales, con mucho árbol de teka, ya que Birmania es el mayor productor del mundo de esta madera. Ha llovido apenas cuatro gotas en el trayecto, pero siguen sin aparecer los monzones. Lo más impresionante es ver cómo centenares de camiones serpentean por las eses de los imponentes puertos de montaña, no tanto por su altura, sino por la exuberante vegetación. De hecho se producen grandes retenciones al cruzarse en las curvas.

Hemos llegado puntuales, algo antes de las 20,00 aunque ya era noche cerrada. Con muy escaso alumbrado público y ya la gente metida en sus casas a excepción de algunos jóvenes en los bares de la calle principal. A uno de ellos he ido a tomar una cerveza tras dejar mis escasos trastos en el hotel. Lo mejor ha sido la tapa que me han puesto ya que me han servido una sopa de verduras que estaba realmente rica junto con la cerveza, y todo por menos de un euro.

No queda ya mucho que hacer aquí hasta mañana por lo que me voy a mi habitación a escribir un poco y seguir r peleándome con las fotos, que no hay manera de subirlas al blog. 
















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