viernes, 31 de agosto de 2018

30 de Agosto. Ho Chi Minh City, la antigua Saigón y la nueva HCMC

Lo primero que me llama la atención es la ubicación del aeropuerto de Danang. Se encuentra en la misma ciudad, apenas 100 metros lo separan de la última calle. El taxi desde mi hotel, en la otra punta de la ciudad me ha costado 4 euros.

Este aeropuerto da servicio a Hoi An y Danang, y aunque yo solo he pasado por la terminal Nacional no hay tanta tráfico aereo. En esta terminal casi todos los vuelos son para Ho Chi Minh y Hanoi, que si es cierto que tienen muchas frecuencias.

El avión debería haber salido a las 9,35, pero lo hace con casi una hora de retraso y el vuelo dura una hora y cuarto. En la aproximación ya puedes ver desde el avión el espectacular río Saigón que cruza la ciudad.



A la llegada a HCMC, que es la abreviatura de Ho Chi Minh City, cojo un taxi en el aeropuerto. Aqui también van con taxímetro y el aeropuerto está practicamente pegado a la ciudad. Mi hotel está en el mimo centro y pagó 5 euros por el taxi, incluyendo de nuevo generosa propina.

Como ya es la una de la tarde, ya es difícil hacer planes para el dia, así que me doy un garbeo por la ciudad. Estoy justo enfrente del mercado más famoso de la ciudad, el Ben Than, pero eso lo dejo para el último día antes de irme al aeropuerto.


Me dedico a observar la impresionante actividad de la ciudad, que es frenetica y te contagia . Sigue siendo la ciudad con más motos del mundo, pero como en Hanoi, ahora se han unido los coches también, aunque de momento he visto una circulación bastante fluida.

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Me he dirigido hasta la Bitexco Tower, donde se encuentra en el piso 49 la Saigón Skydesk. Aquí puedes ver toda la ciudad desde unos 180 metros de altura. Es el segundo edificio más alto de Vietnam. La entrada hasta la terraza panorámica cuesta algo menos de 8 euros.


La planta 49 es un mirador circular. Desde allí puedes ver el el edificio más alto de Vietnam, el Landmark, algo más alto que las Torres Petronas según me comenta una chica de las que trabajan alli, pero realmente no lo es, mide 345 metros y las Petronas tienen 452, aunque igual luego le ponen una antena y lo supera. Nunca se sabe. 
Lo inauguraron el mes pasado, pero de momento no existe una planta para observar la ciudad, ya que son apartamentos de lujo y los últimos 40 pisos un hotel.





Las vistas del río Saigón son preciosas. También se puede ver el viejo Saigón y los nuevos barrios residenciales al fondo.




En la planta 51 hay una cafeteria. Tenía música en directo y me he tomado una caipirinha que estaba muy bien hecha. Lástima que me tenía que ir para una cena que había contratado, porque se estaba genial alli.


Ahora están construyendo el metro de la ciudad, lo que aliviará sin duda el tráfico, aunque no se si la gente dejará sus motos en casa. Mientras tanto paseo por este barrio que tiene una vida increible, donde se mezcla lo más auténtico con lo mejores centros comerciales. Aquí si tienen todas las marcas. Desde Zara a Channel.




Ya casi a las 7 de la tarde, llego al hotel. En ese momento veo que el tráfico es denso, pero sólo es que están montando el mercado nocturno y los puestos llegan en dirección contraria cargados por bicicletas y motos. Es un caos pero nadie se queja. De todas formas son rápidos en montarlo.



Después he tenido al brillante idea de cenar en un barco por el rio. Realmente no vale la pena, pero al menos me ha servido para tomar unas fotos del skyline nocturno y del edificio Lanmark cuyas luces van cambiando de color






Tras la cena me he ido a ver uno de los barrios más divertidos de la ciudad. Recuerda bastante a Bangkok, aunque no lo llega a alcanzar. Es la calle Bui Vien, esta a 12 minutos andando del mi hotel y me lo ha recomendado la chica de la agencia de al lado a la que le he contratado lo del barco. Con Google Maps no tiene pérdida pese a los cortes de calles por las obras del metro.


El ruido en la calle es como si estuvieras dentro de una discoteca. Al parecer acaban tarde por lo que imagino que no debe vivir nadie por aqui, en todo caso los que trabajen en los bares.



Es una calle donde puedes cenar, tomar una copa o solo sentarte a ver pasar gente. Casi todos, o todos,  son turistas y en esta ciudad ya se ven muchísimos occidentales, aunque siguen siendo mayoría los coreanos, 


Mañana, como siempre me levantaré pronto, así que a las 11 ya estoy de nuevo en mi hotel. Desde la habitación oigo el ruido del mercado nocturno y es que lo tengo a 20 metros de mi habitacion, pero realmente es que lo están desmontando ya y creo que antes de las 12 ya habrán acabado, aunque lo cierto es que desde aquí también se oye música de algún garito cercano y es que por aquí hay también mucha marcha y ambiente.

Francamente genial esta ciudad. Cuando la visité con una agencia hace 9 años no me enseñaron estas cosas. Entonces me gusto, ahora me encanta. Mañana veremos cosas más serias.







miércoles, 29 de agosto de 2018

29 De Agosto. Danang. Sorprendente ciudad

Tras el desayuno he pedido un taxi para Danang, que se escribe Da Nang en vietnamita,  donde mañana  cogeré el vuelo para Ho Chi Minh city, la antigua Saigón.

La idea era sólo dormír en Danang, con el fin de no madrugar tanto para ir al aeropuerto, porque el vuelo sale pronto, pero en Hoi An ya lo tenía todo visto, así que he decidido explorar una nueva Ciudad.


Danang no tiene mucha historia más allá de que fue el puerto donde desembarcaron los americanos para meterse en el lío de la Guerra de Vietnam. Sin embargo, si que parece tener un floreciente presente y un futuro más que prometedor.

Está ciudad parece haberse transformado en los últimos años. La mayor parte es nueva y es la más occidental de las ciudades que he visto hasta ahora en este viaje por Myanmar  Vietnam.


Por lo que parece es el Silicon Valley de Vietnam, pero lo que realmente destaca es el desarrollo inmobiliario que está teniendo. Hay centenares de estructuras en marcha, sobre todo para nuevos hoteles y al parecer están desarrollando también un parque temático llamado Sun World. Sólo en el Paseo Marítimo están construyendo al menos una docena de rascacielos, por lo que en un par de años ya tendrá un skyline digno de destacar.


Tiene una franja de tierra al estilo Miami Beach aunque en este caso la forma el río que atraviesa la ciudad,  formando una península que ahora esta llena de hoteles, incluso empiezan a instalarse las grandes compañías hoteleras en grandes edificios de la primera linea, como el Sheraton, recién abierto,  que tengo junto a mi hotel.



En esta zona está la playa que es kilométrica y muy ancha, aunque está casi desierta, al menos en el tramo en el que estoy yo que no es el más desarrollado. Es cierto que  estamos en temporada de lluvias y el cielo suelo estar nublado aunque haga calor  y aquí no es la temporada alta. En todo caso este centro turístico está destinado para orientales, sobre todo coreanos que son la mayoria del turismo que reciben. De hecho, los carteles en muchas ocasiones suelen estar en vietnamita y coreano, pocos en inglés.



Los taxis utilizan taxímetro, cosa poco habitual en Vietnam en lo que llevo recorrido, e ir al centro me ha costado 2 euros. Es cierto que he elegido un hotel cerca de la playa porque parecía la mejor zona, pero está lejos de todo y la primera línea de este enorme Paseo Marítimo no tiene mucha oferta de ocio y restaurantes. 

De nuevo jugaba hoy la Selección Vietnamita, esta vez sobre las 5 de la tarde y los bares estaban llenos. He visto el primer Starbucks desde que salí de Bangkok y he entrado a tomar algo. No me acordaba de lo frío que puede estar un local. Habían montando una especie de terraza con pantalla gigante fuera para ver el partido. La gente iba con banderas, caras pintadas y fanfarrias. Al final han perdido 3 a 1 contra Corea del Sur. Era una semifinal de la selección Sub 23, pero al parecer debe ser lo mejor que ha conseguido esta selección porque han estado celebrándolo como si hubieran ganado. Yo el otro día creía que habían ganado el torneo, pero veo que los vietnamitas celebran cada éxito como si fuera el último.




En el centro tambien tienen algun rascacielos. Este en particular destaca bastante y es un bonito edificio. 


También tiene edificios oficiales muy atractivos, aunque quizás el más singular es el Puente del Dragón, cuya estructura es realmente original.



Sobre las 18,30 me he ido a una zona, paralela al Paseo Maritimo, unos 20 minutos andando desde mi hotel. Por aquí hay, me atrevería a decir, cientos de hoteles. Los hay por todos lados, la mayoría grandes edificios.


Aqui el ambiente cambia notablemente, hay bastante gente cenando en restaurante y las calles parecen que tienen iluminación y todo, pero en realidad son los neones de los establecimientos, que aquí en Vietnam son sumamente habituales.




La vuelta al hotel la he hecho por el Paseo Maritimo. A la altura de esta calle de la que vengo, hay algo más de gente y algún chiringuito que parece haber montado una fiesta con música en directo, aunque no habrá más de un centenar de personas. De todas formas el ambiente es muy relajado. No es una ciudad con mucha marcha aunque todos los hoteles están abiertos y deben ser decenas de miles de turistas los que los ocupan. La gente que viene es en general joven, pero no se les ve con bebiendo por la calle ni nada similar.


Si no fuera porque me falta oferta de ocio para un occidental, sería una ciudad para volver en unos años, porque debe ser espectacular cuando todo lo que está en marcha esté acabado. 

Yo esperaba una ciudad provinciana, que es lo poco que recuerdo cuando pase por aquí hace nueve años y me ha sorprendido ver una ciudad tan dinámica y moderna. Francamente no parece Vietnam, aunque sí algún día cambia el régimen comunista en este pais, puede que se convierta en una nuevo Hong Kong o Macao.

Cuando ya me iba para mi hotel seguían pasando manadas de motos celebrando lo que para ellos ha sido un éxito deportivo, así que enhorabuena.




28 de Agosto. Hoi An y My Son

My Son es el destino de hoy, se pronuncia Mi Son. Este complejo arqueológico del reinado de los Chams comenzó a construirse allá sobre el siglo IV hasta el XIII, aunque no fue descubierto hasta el siglo XIX por los francés que ocupaban para entonces estas tierras.

Aunque antes del desayuno he podido ver a la versión vietnamita del perro de Scottex. Obviamente en estos países el papel higiénico no tiene la misma calidad que en Europa y no rueda rueda fácilmente porque el papel no está demasiado suelto.


Se trata en realidad de una excursión , porque está apenas a una hora en autobús desde Hoi an. El autobús cuesta 7 euros e incluye la comida, 3 euros más si eliges hacer el último tramo en barco, como yo he hecho. La entrada al complejo cuesta 5,5 euros.



Eramos un grupo de unos 15, dos parejas de españoles,  cuatro italianos, 3 o 4 franceses y 4 europeos más no se de donde. Yo también iba. Allí me he encontrado con un filipino que aunque no ha estado en España hablaba casi perfectamente nuestro idioma.


El complejo fue descubierto en un estado semiruinoso y por si faltaba poco también fue borbardeado por los americanos en 1.969, tal y como continuamente recuerda nuestro gracioso guía,  que tiene un inglés para la ocasión y al que se le entiende la mitad,  más o menos, de lo que dice. De todas formas no importa mucho porque de lo que dicen los guías te sueles olvidar a las pocas horas.


Lo cierto es que los Chams, que reinaron esta zona en aquellas fechas seguían el hinduismo y los pequeños tempos de este complejo rinden homenaje a Shiva principalmente y a otras deidades como Ganesha o Rama.






Está en una zona selvática con una vegetación extraordinaria e imagino que como ocurrió con Angkor Wat, la propia selva impidió su anterior descubrimiento.



Aquí llegaron a haber 68 estructuras, pero ahora sólo están en pie menos de una docena, que por cierto tienen nombres espectaculares, A, B, C....





Aquí se pueden ver los socavones producidos por las bombas americanas. Creo que calleron alrededor de seis o siete, pero fueron suficientes para acabar e destrozar las endebles estructurS que quedaban en pie. 




Antes de llegar a Hoi An, hemos cogido el barco en este impresionante río Thu Bon, que tiene una anchura de cientos de metros. Lo que pasa por Hoi An es una bifurcación del mismo que forma la isla de An Hoi.



El río antes de su desembocadura se bifurca varias veces formando varias islas, todas habitadas. Con Google Maps se aprecia mejor.


Ha sido precisamente en An Hoi donde nos ha dejado el barco. Es poco más de un islote y lo cruzas de Sur a Norte en menos de 5 minutos.


He aprovechando para visitar, hoy que hace muy bien tiempo y no demasiado calor, la ciudad y poder hacer así fotos. Ahora con Luz.


El Puente Japonés que da acceso al barrio que fundaron los nipones y que pusieron en el mapa a la ciudad y el resto del casco antiguo con los 800 edificios protegidos por la Unesco, que lo declaró Patrimonio de la Humanidad, sigue abarrotado de gente, sobre todo a partir de las 5 de la tarde cuando el sol ya no molesta.







He aprovechado para entrar en alguno de los edificios más singulares, como la Casa de Japon, y la de China, que está al lado.



Realmente es como un pueblo con mucho encanto, como hay muchos en España y Europa en general, sólo que este está en Asia y por tanto es más exótico y mucho más barato. Además el color predominante es el que veis, que dado mi daltonismo prefiero no describir, pero que en todo caso es realmente bonito.










Hoy como no llueve, al menos no lo ha hecho hasta casi las 10 de la noche, que han caído cuatro gotas y hay mucha más gente en las barcas soltando farolillos y el mercado nocturno hoy esta bastante más abarrotado que ayer. Hoy puedo ver incluso como los hacen.
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