Tenía contratado el trekking desde ayer. La idea era visitar las aldeas de Linh Hon, Lao Chai y Ta van, aunque lo de menos es el nombre de estos pueblecitos diseminados en el valle.
Se trataba de caminar por la montaña, y aquí en Sapa quiere decir bajar al valle. En el hotel me han proporcionado botas de aguay han sido muy prácticas al principio, sobre todo porque ayer noche estuvo lloviendo bastante y todo estaba embarrado.
El grupo lo formamos una pareja holandesa y otra coreana, una rusa que vive en Andorra, profesora de inglés y capaz de decir todos los tacos del diccionario español. Además venían dos chicos coreanos más y uno de ellos me ha enseñado su foto en Mestalla con la bufanda del Valencia. Su equipo favortio. Debe ser su equipo favorito español porque hoy vestía la de un equipo inglés..
Los primeros metros son los de salida de Sapa, cuesta abajo obviamente, aunque como vamos bordeando la ladera hay algún que otro repecho. Hablo con todos, pero con la rusa hablo más porque lo hacemos en español. Dice que no le gusta nada la comida española y que en ruso aún dice más tacos. Tampoco era guapa, así que mejor olvidarla.
Enseguida te encuentras en medio de las terrazas de arroz. No tienen la espectacularidad quizás de otros sitios, aunque también puede ser que yo ya he visto muchas. En todo caso son un paisaje impresionante.
Este trekking, por lo que se ve, es muy popular y nos vamos encontrando grupos por todo el recorrido, juntandonos en muchas ocasiones.
En el primer riachuelo aprovechamos todos para limpiarnos el barro. Además nos acompañan mujeres de las aldeas. Como está todo muy resbaladizo nos ayudan a todos en algunos sitios más críticos. No obstante el coreano valencianista ha caído dos veces. Al final hasta me ha dado un cigarro coreano que fumo por la tarde mientras escribo ésto. No sabe a nada aunque ya me ha avisado que va cambiando de sabor... Creo que lo he tirado antes de que eso sucediera.
La primera aldea, practicante ni existe. Son casas aisladas entre sus arrozales que viven en comunidad. La fauna doméstica está compuesta en general por patos, cerdos y búfalos.
A la hora de comer, en Lao Chai, las mujeres que nos han acompañado las últimas tres horas, aprovechan para sacar su arsenal de souvenirs, que es de lo que viven. Todos hemos comprado algo aunque no lo necesitabamos porque han sido muy amables y simpáticas todo el camino.
Tras la comida, ya por lo más hondo del valle, junto al río, tomamos la carretera, en la que prácticamente sólo circulan personas y motos y aisladamente otro tipo de vehiculos. Aquí hay un colegio y algún comercio local, es más o menos un pueblo.
El último tramo ha transcurrido bajo un sol que pegaba fuerte y entonces las botas ya no eran tan cómodas, pero sólo ha sido la última hora. Desde Ta Van, nos recoge una minivan que nos lleva a Sapa, que está sólo a ocho kilómetros pero que necesita media hora para recorrerlos porque la carretera está llena de socavones.
Después de una merecida ducha y siesta me he dedicado a vaguear toda la tarde, paseando por la localidad y poco más hasta la hora de cenar.
En cuanto oscurece parece que la población se transforma y puedes ver un montón de letreros luminosos de hoteles y restaurantes. Los pocos bares de copas que he visto tienen la música que se oye en toda la calle. Yo he tomado una copa en el bar de las Hmong Sisters.
Una cosa curiosa. De momento, el único edificio religioso que he visto dentro de la localidad, es la Iglesia catolica, de origen francés obviamente, que está en la misma plaza central.
Hoy no había mucho ambiente a esas horas, las 9 de la noche. Estaba jugando Vietnam contra Bahréin y lo proyectaban en la pantalla gigante de la plaza donde se han congregado varios cientos de habitantes para verlo.
Yo he visto la última media hora con las hermanas Hmong, aunque realmente no había ninguna mujer en la barra. Al final Vietnam ha ganado 1 a 0 en el minuto 88. Viva Vietnam!!!
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